Córdoba posee una de las ofertas culturales más ricas y variadas de la península ibérica, fruto de una ecléctica tradición cultural y de un recorrido histórico que se remonta a tiempos muy remotos. Córdoba es una ciudad milenaria y fruto de ello posee el segundo casco histórico más grande de Europa, que además es el mayor espacio urbano del mundo declarado que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En dicho casco antiguo es donde se pueden encontrar gran parte de los edificios históricos de la ciudad, de visita obligada para cualquier visitante de nuestra preciosa ciudad.
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En esta página te presentamos los principales monumentos, edificios y lugares de interés de Córdoba:
Prueba de esta ancestral y continuada ocupación de la ciudad la ofrece la Cueva de los murciélagos (en Zuheros) donde se han podido encontrar, entre los vestigios arqueológicos más antiguos fechados en las fases atribuidas al Paleolítico Medio, artefactos correspondientes al hombre del Neandertal de hace unos 35.000 años. Su ocupación por parte de diversas comunidades humanas, no obstante, continuó durante los posteriores períodos de la prehistoria, llegando a ser frecuentada incluso hasta en la época tardo-romana. Su cercanía con la propia ciudad de Córdoba hacen de la visita a la cueva y al Museo Arqueológico una visita casi obligada para los amantes de las cuevas, de la geología y de la prehistoria.
No podemos, empero, continuar esta introducción acerca de la extensa trayectoria de asentamiento antrópico de Córdoba a lo largo de su dilatada diacronía sin citar los casos del Llanete de los Moros (Montoro, Córdoba) y de la Colina de los Quemados (Córdoba), que rinden cuenta de la importancia de la zona en los períodos del Broce Tardío, Final y de la Primera Edad del Hierro (Tartessos y época Turdetana), y cuyos materiales (que incluyen cerámicas de importación de origen micénico en el Llanete de los Moros) son visitables en los museos arqueológicos locales. Por esta razón, recomendamos encarecidamente su visita si estáis interesados en éstos períodos históricos.
Edificios de le época romana
Si bien es cierto que el núcleo protourbano de época Turdetana constituye la base sobre la que se asentará la ciudad, y que la etimología de su nombre puede retrotraerse a una denominación púnica (“Kart-Juba”), debemos establecer los orígenes de Córdoba en la fundación romana de Corduba en el año 169 ANE. Esta fecunda etapa legó a los cordobeses monumentos hoy en día visitables, tal y como son el famoso puente romano de Córdoba, el templo romano de época imperial, el anfiteatro y el teatro romano, dos mausoleos en la Puerta de Gallegos y los foros colonial y adiectum. En el yacimiento arqueológico de Cercadilla podemos encontrar, además de estructuras variadas de edad romana, los vestigios de un complejo palatino bajoimperial del emperador Maximiano Hercúleo, de enorme interés arquitectónico e histórico.
Legado Visigodo
Pocos lugares visitables quedan de la etapa visigoda de la ciudad, si exceptuamos la Iglesia de San Vicente, dentro de la misma mezquita de Córdoba. Sin embargo, la época del Califato de Córdoba durante la época musulmana, en la que la ciudad llegó a contar con un millón de habitantes y en la que cuyos gobernantes regían gran parte de la península, sí que dejó un gran legado en la ciudad.
Legado Islámico
La época islámica, sin embargo, ha dejado a los cordobeses una gran cantidad de patrimonio visitable, fruto de una de sus más intensas y peculiares etapas históricas, tales como:
Mezquita de Córdoba
Construida en 785 DNE, sus influencias constructivas provienen, básicamente, de aquellas mezquitas construidas por el califato Omeya asentado en Damasco. El hecho de construirse sobre la visigótica Iglesia de San Vicente, también propició que parte de sus influjos arquitectónicos e incluso de sus materiales, hayan quedado plasmados en la misma. Resultado de esta heterogeneidad estructural, podemos distinguir las columnas con doble arco de herradura de inspiración visigótica, donde encontramos el novedoso sistema de liberar el espacio por encima del segundo arco. Las dovelas de ladrillo rojo en conjunción con la piedra caliza de los dobles arcos produce el efecto óptico similar al de un acueducto o también parecido a palmeras, y los arcos superpuestos son útiles también para tener más verticalidad en la nave.
La quibla se orientó en dirección sur, y se realizó con una batería de arcos lobulados decorativos que acentúan el mihrab. El mihrab está constituido por una sala poligonal con decoración floral e inscripciones del Corán sobre una superficie marmórea (y que resulta ser el más antiguo de todos ellos). Es también destacable su clara influencia bizantina en los mosaicos dorados y vidriados del alfiz.
Con motivo de la Reconquista, la funcionalidad islámica del templo cambió para adaptarla a las exigencias que el cristianismo impuso al recinto, y reconvertirla en catedral. Este proceso se inició en 1236, rellenando las columnas del oratorio de capillas y altares. Pero fue en 1523, por parte de Hernán Ruiz, cuando la Mezquita fue transformada en catedral, integrando en la estructura original una en forma de cruz latina, típica de los templos cristianos. La sillería de coro de Pedro Duque Cornejo, el retablo de Alonso Matías y los lienzos de Antonio Palomino, y la reestructuración de la torre por parte de Hernán Ruiz III, son parte de las modificaciones más importantes que se establecieron en la mezquita-catedral en época cristiana.
La Mezquita-Catedral de Córdoba (declarada patrimonio de la Humanidad desde 1984) es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más espectaculares de todo el mundo. En su arquitectura se resume la historia de la ciudad y del propio edificio, pues refleja la evolución del estilo omeya en España y también tienen influencia los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana.
Sin duda se trata de un monumento que no puedes dejar de visitar. Aquí puedes saber más de la Mezquita de Córdoba.
Medina Azahara
La urbe palacial más famosa de Córdoba, destacada por su belleza y sofisticación ya en época medieval, fue construida por encargo de Abderramán III entre 936 y 976 DNE. Situada en la Sierra, el complejo palacial se encuentra a unos 8 km. de Córdoba y es accesible a través de la carreta A-432, si disponéis de vehículo privado.
Los elementos arquitecturales sin parangón en el mundo de Medina Azahara maravillaron a la alta sociedad (incluidos los reyes cristianos) de la época, y en la actualidad, ofrecen uno de los atractivos culturales más importantes de la Península Ibérica. El conjunto estaba amurallado, y disponía de palacios, jardines, baños, una gran mezquita y hasta una extensiva plantación de almendros, entre muchas otras cosas. Debemos destacar, sobretodo, su disposición en tres terrazas para aprovechar el desnivel propio del emplazamiento donde se encuentra.
Dominando la posición más elevada, encontramos el palacio califal, seguido en la siguiente terraza por todos los edificios de tipo administrativo como el Salón Rico, el cuerpo de guardia, la Casa de los Visires, los jardines, etc. En la tercera terraza se encontraban, al fin, la mezquita, los jardines públicos, los baños y los demás edificios funcionales a los estratos sociales más modestos.
Si quieres saber más de la impresionante ciudad palatina de Medina Azahara clica aquí.
Los Baños Árabes
Edificados durante el califato de Al-hakem II (961-976), el complejo de los hammam califales se subdivide en tres áreas claramente diferenciadas: Un baño califal, un salón de época taifa y un baño almohade. Los baños, con una clara inspiración de las termas de época clásica en su esquema constructivo cuentan con las siguientes estancias:
- Bayt al-maslaj, acceso que funcionaba también como vestuario. Aquí se recibían objetos tales como toallas y zapatillas, acorde con la función que realizaba el edificio. Esta sala viene precedida por un pórtico, en el caso de los hammam del alcázar de Córdoba.
- Bayt al-barid, era la sala fría. En ésta se practicaban oraciones, y los primeros baños para cuidar la higiene del cuerpo.
- Bayt al-bastani, que era el baño templado. A nivel arquitectónico habían elementos impresionantes, tales como paredes enlucidas y pintadas, bóvedas apoyadas sobre alquerías, etc. Esta era la sala donde el califa recibía más cuidados y pasaba más tiempo.
- Bayt al-sajun, que realizaba la función de baño caliente. Adyacente a esta sala, encontramos el horno que permitía el calentamiento del agua. Cubierta con bóveda y pintada con decoración geométrica, la disposición de la sala era en planta rectangular y disponía de dos saletas laterales.
Esta maravilla de la ingeniería Omeya y Almohade, edificados al lado del desaparecido Alcázar omeya, al cual con toda seguridad pertenecían, fueran posiblemente los más importantes de la ciudad.
Pero en Córdoba existen más baños Árabes que se pueden visitar e incluso en los que se puede realizar una maravillosa estancia para relajarse a la vez que se disfruta de estas maravillosas obras. Si quieres conocerlos mejor te los presentamos en este artículo.
Más información de interés
En este artículo te hemos presentado los principales monumentos de nuestra ciudad a vista de pájaro pero si quieres ampliar información contamos con artículos detallados de cada uno de ellos y del resto de atractívos de nuestra ciudad. Pero si ya te has decidido a visitarnos y quieres ampliar información, la oficina de turismo de Córdoba tiene la sede central en la Calle Rey Heredia 22, sin embargo, dispone de puntos de información el la Plaza de tendillas y en la estación de AVE-Renfe y también cuenta con el siguiente teléfono de información: 957 201 774.